Todos somos humanos,
almenos eso pensamos,
trabajo y familia,
antes estudiamos.
Yo prefiero exiliarme,
llorar en la copa de un árbol,
almenos esa copa,
sé que no va a matarme.
Ver amanecer cada mañana,
sentir la brisa en mi cuerpo,
oír cantar a los jilgueros,
que las nubes sean mi cama.
Prefiero animales que personas,
tal como el animal no es malo,
el dueño es el que no funciona,
le enseñaba con un palo.
Me acusan de pesimista,
sin tener delitos cometidos,
digo que soy realista,
escribo lo que he visto.
Quiero vivir en un lobo,
no por la piel que viste y calza,
los cazadores sus rifles alzan,
creyendo que son bobos.
Quiero vivir su vida,
tener cachorros,
cazar no por diversión,
sino por tener comida.
Aullar a la luna cada noche,
mientras mis peludos duermen,
sin hacerme falta casa ni coche,
solo cueva y que no enferme.
Saludar a esos vecinos,
águilas, osos y zorros,
y proteger a mi familia,
de estos y de otros.
Y daría gracias al cielo,
con el aullido de mi manada,
no escribiría parrafadas,
pero lo tendría todo.